El turismo, auténtico revelador de Tenerife Sur
Hoy, me sumerjo en terrenos desconocidos y defino esta fecha de partida para recopilar pensamientos que me ayuden a desvelar los motivos de tantos sentimientos opuestos que siento hacia Tenerife sur, mi incapacidad de comprender el territorio que habito, la necesidad de descifrar las contradicciones que me genera. Entender cómo un lugar que es capaz de captar toda mi atención, hacer aflorar mis mejores sentimientos puede, y lo hace, repelerme al mismo tiempo, descubrir como ha sido el turismo, auténtico revelador de Tenerife Sur.
Al indagar, uno se da cuenta que estas contradicciones son compartidas por la mayoría de los espacios turísticos, siendo características innatas de la misma industria desde sus orígenes y en su evolución en nuestro país. Sin embargo, las particularidades de Tenerife como isla, requieren de una visión de futuro específica para ella que, pasa por hacer un estudio pormenorizado de los verdaderos valores de sus paisajes y su gente, así como de las relaciones que éstos pueden establecer con la industria turística para que ambos se vean favorecidos en el proceso.
El turismo, causante en gran medida de la degradación de su entorno, ha sido el auténtico revelador del sur de Tenerife. Gracias a un turista que se ha desplazado hasta los lugares más recónditos en busca del sol, Tenerife Sur y sus maravillosos parajes han sido descubiertos. Un territorio que había estado abandonado hasta el momento con unas condiciones de vida muy precarias y con carencias en cuanto a infraestructuras básicas como agua, carreteras, o electricidad.
El turismo depredador forma parte de un proceso desencadenado, en gran medida, por las especulación inmobiliaria de los años 80 y 90, pero ésto es solo una parte de la historia. Gracias a la práctica turística se revelan unas capacidades y se ponen en valor cualidades del territorio hasta el momento ignoradas. Esta idea, debiera ser el germen de las relaciones e interacciones turismo-paisaje, de cada circunstancia, cada momento de encuentro, de miradas cruzadas…, para que el turismo no se agote una vez agotado el territorio que lo hace posible.
