Diseñar un futuro mejor
«Diseñar un futuro mejor» ,es el lema que la Unión Nacional de arquitectos (UIA) con motivo de la celebración del Día Mundial de la Arquitectura 2016 con el objetivo de hacernos reflexionar sobre el papel de la arquitectura y la capacidad del urbanismo en la construcción de un futuro mejor.
Desde que finalizamos los estudios de arquitectura teníamos claro nuestro interés por actuar en el territorio, en la ciudad, en el paisaje. Las heridas que el boom de la construcción ha dejado en nuestro entorno son una marca que no deberíamos de olvidar. Otra forma de hacer las cosas es posible, más humana, más consciente, más acorde con el medio y las personas que en él habitan. La crisis ha hecho que el repunte en la conciencia social y ecológica que empezaba hace más de diez años haya caído en el olvido. Nuestro primer trabajo de larga duración lo desarrollamos en una estudio (StudioVlay) en Viena, donde la población tiene mucho que decir sobre el lugar que habita y su futuro. Aprendimos sobre el poder que cada uno tenemos sobre nosotros mismos y la capacidad que desde nuestra profesión se nos brinda para cambiar las cosas. Se puede contribuir a mejorar la calidad de vida de las personas. La dimensión humana, la inmediatez de la información en un mundo donde vivimos constantemente conectados, requiere que ampliemos nuestros conocimientos en la dimensión social y humana y en cómo llegar a la gente y hacer posible el cambio mediante las nuevas plataformas y la economía colaborativa.
El cambio climático es una tarea pendiente que atacar desde la raíz. Se ha hablado mucho sobre ello durante años, pero las consecuencias ya están aquí, son visibles, palpables, se sufren…nos afecta a todos y en mayor o menor medida y del mismo modo cada uno podemos hacer algo al respecto. No podemos seguir construyendo como si no hubiese un mañana, hay que crecer con inteligencia, con una dirección clara. En un mundo globalizado como el que vivimos es importante abrir bien los ojos, utilizar inteligentemente los recursos y regirnos por el principio de solidaridad para devolver al planeta y a sus gentes tanto o más que lo que nos ofrecen. Desde el paisajismo buscamos aprender sobre el medio que nos rodea y de cómo actuar más conscientemente sobre él formando territorios resilientes capaces de recuperar su forma tras las perturbaciones porque comprenden y están en sintonía con el medio.