Los lugares del ocio aclaman la participación ciudadana
Los lugares del ocio son el resultado de la puesta en práctica de estrategias de la mano de unos agentes determinados. Así, es necesario un estudio pormenorizado de cada lugar con el objetivo de conocer los auténticos protagonistas que intervienen en la producción del espacio turístico y delimitar su ámbito de actuación. Tenerife Sur comparte con otros lugares de la costa a nivel español y mundial premisas iniciales inherentes al fenómeno del turismo de sol y playa. Sin embargo, el cambio fundamental se da por la promoción y construcción inmobiliaria con capital extranjero que, dejando a un lado las repercusiones financieras, insertan unos nuevos imputs culturales y suponen una oportunidad en la evolución de la sociedad.
Estos espacios para el ocio aclaman la participación ciudadana como moneda más fuerte de cambio y para el cambio. Hoy propongo mirar con optimismo a nuestra sociedad y creer en la capacidad que como habitantes tenemos de compartir un espacio común cuyos límites y fronteras cada vez están menos claras y sin duda son más cuestionables que nunca. En el proceso de producción del espacio turístico el poder público ha estado vinculado a los intereses del capital inmobiliario pero las demandas del territorio requieren de una sociedad involucrada para llevar a cabo un cambio en la estructura.
Tenerife sur ha sufrido de una clara pérdida de identidad al verse desbordado por un turismo que se encontró un lugar sin unas fuertes raíces que ofreciesen resistencia. Pero fruto del mismo fenómeno se le ofrece la oportunidad de generar un lugar cosmopolita donde en escasos metros se produzca un foco de convivencia de un «local» de muy distintas procedencias y un turista que del mismo modo pueden verse favorecidos en el intercambio, ahorrando en economía, eficiencia en el uso de los recursos y consumos del medio.
El punto de encuentro en el tiempo es el que marca las diferencias. Las lógicas sobre la ocupación del espacio a velocidades distintas generan unas dinámicas entrecruzadas entre el compartir y el competir, los distintos ritmos entre el turista y el habitante delimitan las diferencias entre vacación vs rutina y los puntos de conflicto a la hora de ocupar los lugares del ocio. Es por tanto en este punto y en la rapidez de las dinámicas actuales donde debemos de buscar las respuestas para alzar la voz hoy y ahora y desvelar que detrás de cada turisra hay una gran infraestructura de personas que están aquí para ofrecer sus servicios pero que además requieren de otros servicios distintos al servicio del habitar.