Para renovar la imagen de un hotel de los años 90 de la costa canaria, eliminamos lo superfluo y homogeneizamos espacios. Solandra, el buffet principal, es un alarde al bullicio del tránsito, que se expresa en el dinamismo de sus formas sinuosas de krion. El bar Cascada, es un salón al aire libre cubierto por unos grandes parasoles que recogen sus velas cuando sopla el viento. Finalmente La Cúpula, el restaurante aspirante a Estrella Michelín, no gozaba de un espacio a la altura de su cocina. En la parte más alta del edificio, había una terraza infrautilizada con espectaculares vistas que se prolonga hasta la fachada existente para completar la volumetría y colocar un mirador con una doble función. Rematar el edificio y crear un faro para ser visto desde todas partes. Trescientas lamas doradas de fibra de vidrio potencian la radialidad destacando su posicionamiento en el lugar. El perímetro es de vidrio con barandillas, pantallas de suelo a techo y lámparas que reflejan y multiplican el espacio. Se duplica la Cúpula al interior con una supernova, una tela de PVC tensada de 240m2 de motivos espaciales. Por el día la antigua Cúpula vidriada y las vistas son las protagonistas y por la noche se apaga y la supernova tinta el restaurante con sus colores espaciales. El acceso, se materializó en una cápsula textil sobre bastidores dorados, que hace de transición entre lo nuevo y lo viejo.
Reforma Hotel Jardines de Nivaria*****
Costa Adeje, Tenerife (España)
2016