Intervención para activar un Centro Comercial. Por la noche, el edificio pasaba desapercibido por la ausencia de una iluminación de reclamo que incentivase el consumo. Su pequeña escala no permitía tener grandes escaparates indispensables para el uso comercial. Además, una gran pérgola opaca orientada a norte, impedía la llegada de luz natural y escondía el edificio. Empezamos limpiando los elementos que enturbiaban su imagen, dejando lo esencial. Obstáculos en el entorno inmediato, como mobiliario urbano, parterres y vegetación, dificultaban el acceso a las tiendas. La solución es tratar la fachada como si fuese una gran máscara que tape las instalaciones y se muestre grandilocuente hacia la calle. Para aumentar el tamaño de los escaparates, sumamos a los grandes paños de vidrio que los conforman, la parte superior donde colocamos el nombre retroiluminado. Además, la fachada se inclina adelante expandiéndose al exterior y ocultando las pilastras existentes ajenas a su imagen renovada. Un volumen blanco y puro bajo la luz que se ve desde todas partes y bajo  sus pies, una plaza con grandes bancos desde donde observar las tiendas a la sombra de los árboles. La imagen nocturna es deslumbrante gracias a los grandes paños retroiluminados.